El cambio
Son tres días los que llevo escondida en esta mísera casa. En un antiguo armario he encontrado papel usado y unos lápices de colores, espero encontrar algo para sacar la mina, están muy usados y el lápiz gris no me durara mucho. Supongo que escribo esto con el fin de entretener mi sed. Parece que pasare largo tiempo en este lugar olvidado.
Las calles, antes tan tranquilas, tan normales, se vuelven enemigo de cualquiera que intente avanzar por ellas. Ya sea a la luz del día o en las sombras de la noche esta nueva amenaza asedia y oprime nuestra, antes, sosegada vida.
¿Deberíamos de habernos dado cuenta antes, de que algo así podía suceder? Solo nos queda escondernos e intentar sobrevivir, ya que no somos un rival para ellos.
He intentado descansar, cerrar los ojos solo con la ilusión de no seguir escuchando los disparos y gritos constantes que rebotan por las paredes. Me es imposible.
Ojala pudise llorar por todo lo que he llegado a ver. La ira y frustración de no haber podido ayudar a los míos cuando tuve la oportunidad, me amarga lo poco de existencia que parece quedarme. Espero que algún día alguien encuentre estas hojas y pueda saber la verdad de lo que paso, por lo menos la verdad vista desde nuestro lado. Esta claro que nuestra exterminación es inminente.
Estoy recogiendo periódicos de los últimos días como testigo veraz de lo que escribo. Por ahora solo tengo el que llevaba en mis pantalones y unas hojas sueltas que se deslizaban por el suelo de la habitación que me da cobijo.
Me asusta el recuerdo de salír de casa corriendo, con la primera hoja del periódico en la mano, sin creer lo que en tinta negra y grandes letras anunciaba, esperando que mis vecinos me dieran alguna explicación.
Intentare descansar con exito, ahora que las calles están algo tranquilas.
Las calles, antes tan tranquilas, tan normales, se vuelven enemigo de cualquiera que intente avanzar por ellas. Ya sea a la luz del día o en las sombras de la noche esta nueva amenaza asedia y oprime nuestra, antes, sosegada vida.
¿Deberíamos de habernos dado cuenta antes, de que algo así podía suceder? Solo nos queda escondernos e intentar sobrevivir, ya que no somos un rival para ellos.
He intentado descansar, cerrar los ojos solo con la ilusión de no seguir escuchando los disparos y gritos constantes que rebotan por las paredes. Me es imposible.
Ojala pudise llorar por todo lo que he llegado a ver. La ira y frustración de no haber podido ayudar a los míos cuando tuve la oportunidad, me amarga lo poco de existencia que parece quedarme. Espero que algún día alguien encuentre estas hojas y pueda saber la verdad de lo que paso, por lo menos la verdad vista desde nuestro lado. Esta claro que nuestra exterminación es inminente.
Estoy recogiendo periódicos de los últimos días como testigo veraz de lo que escribo. Por ahora solo tengo el que llevaba en mis pantalones y unas hojas sueltas que se deslizaban por el suelo de la habitación que me da cobijo.
Me asusta el recuerdo de salír de casa corriendo, con la primera hoja del periódico en la mano, sin creer lo que en tinta negra y grandes letras anunciaba, esperando que mis vecinos me dieran alguna explicación.
Intentare descansar con exito, ahora que las calles están algo tranquilas.
1 Comments:
plas plas
By Anónimo, at febrero 20, 2006
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